Cuando tu pareja pronuncia el devastador “tenemos que hablar”

Quiero decirte que no morirás porque se termine tu relación pero sí te lastimará y probablemente dolerá mucho. Aunque pienses que no, ambos sufrirán durante la separación, de manera diferente. Entre más intenso el amor, mayor el dolor luego de la ruptura. Lo que se rompa no será cualquier cosa, se romperá un corazón, una ilusión, un proyecto de vida.

Dolor, rabia, reclamos, deseos de venganza, inseguridades, llanto, deseos de regresar, súplicas, culpa, no poder pensar en otra cosa, impotencia, fatiga y falta de apetito. Será “normal” sentir ese tipo de cosas y nunca se está preparado para ello.

Deberás cuidarte de tus propios recuerdos de la persona amada porque arremeterán contra ti, contra tu tranquilidad y contra tu estabilidad emocional.

Quizá llegues a considerar el “un clavo saca a otro clavo” como opción favorable para que de una vez por todas te olvides. No te lo recomiendo.

Debo también decirte que no habrá una manera única de aliviar el dolor, sino la suma de pequeños esfuerzos todos los días durante varias semanas, quizá algunos meses. No será sencillo.

Tendrás que hacerte de paciencia para adaptarte a una nueva e inesperada realidad y para poder superar poco a poco el trance. Requerirás de tiempo para recuperarte.

Deberás dedicarte a estar en paz contigo y a cuidarte como se cuida a los enfermos. Permítete llorar, patalear y gritar pero también déjate querer, abrazar y escuchar por quienes se preocupan por ti.

Habrás de ser consciente que quedarte en cama y sumirte en tu desgracia no te ayudarán en nada. Tendrás que poner manos a la obra.

Habrás de esforzarte en encontrar nuevamente la dicha en las particularidades que acompañen a cada uno de tus días y a disfrutar de los pequeños placeres como reír, comer saludablemente, dormir, pasear, leer, ver alguna película, escuchar música o meditar.

Aprenderás que las personas de tu entorno más cercano, familiares y verdaderas amistades, serán el recurso más valioso con el que cuentas para fortalecerte y sanar.

Será muy importante que si estás triste o mal, lo digas, que si no quieres ver a nadie y te quieres quedar en cama, también. No deberás quedarte con tus emociones, mucho mejor será que las compartas.

Si la oportunidad de una nueva pareja llegases a encontrar, piénsalo dos veces, pregunta si es necesario, si las heridas de la anterior no están curadas sólo te engañarás y engañarás también a la otra persona.

No tengas prisa pero tampoco hagas pausas, sigue avanzando en el camino de tu vida.

Alguna vez sentirás que retrocediste todo lo que habías avanzado, pero será sólo de manera breve ya que en cuanto te tranquilices te darás cuenta cuán lejos has llegado.