top of page

POSTS RECIENTES: 

Estrés, ¿amigo o enemigo?

  • Foto del escritor: Homero Escamilla
    Homero Escamilla
  • 15 ago 2016
  • 3 Min. de lectura

Son casi las 7 p.m. y aún sigues en la oficina. Justo vas regresando del baño cuando te detienes en el comedor para prepararte otro café. Desde muy temprano trabajas en tu presentación para mañana.

Vuelves a revisar tu presentación y no te sientes satisfecho. Debes eliminar algunos párrafos pero no decides cuales, todos parecen importantes. No sabes qué hacer, empiezas a sentir que la angustia te invade. Te llevas las manos a la cabeza, volteas hacia arriba, cierras los ojos y soplas hacia la nada, agotado.

Contemplas el monitor de tu laptop, con la mente en blanco, lamentas haber perdido tanto tiempo durante el día y lo peor, ya no aguantas el dolor de espalda.

Aun así, debes quedarte y terminar.

¿Alguna vez te ha sentido así?

Cuando nos enfrentamos a una situación que demanda toda nuestra atención, sobre todo cuando percibimos que esa situación está más allá de nuestra capacidad, el cuerpo entra en un estado de tensión y sensación angustiante, a esto se le conoce como Estrés.

El estrés forma parte del diario acontecer, no puede ni debe eliminarse ya que es un mecanismo humano de adaptación al medio el cual nos ayuda a superar las exigencias que enfrentamos durante el día.

En forma positiva, lo utilizamos para alcanzar nuestras metas. Al establecer metas claramente definidas y a corto plazo se genera en nosotros un estrés que nos impulsa a actuar para lograrlas.

El problema sobreviene cuando la exposición al estrés es muy prolongada pues afecta nuestra salud mental y física.

¿Cómo manejarlo?

Para saber cómo manejarlo primero hay que entenderlo y luego buscar estrategias.

Las personas tienden a creer que el estrés lo provoca el exceso de trabajo y la presión por falta de tiempo. Por eso popularmente se cree que los niños y los adultos mayores no padecen estrés, lo cual es incorrecto.

En realidad, el estrés es provocado por cualquier situación que nosotros percibamos como una amenaza a nuestra estabilidad y hoy en día, las amenazas pueden ser tantas y tan variadas que nuestro organismo se encuentra constantemente bajo un estado de estrés: la presión en el trabajo, los problemas económicos, una pesada carga de actividades durante el día, el estado de salud propio o de algún ser querido, el divorcio o separación y la soledad entre otras.

Cuando una situación es amenazante, el cerebro la procesa primero y todo lo demás se vuelve irrelevante.

¿Cómo saber si yo estoy afectado por el estrés?

El primer signo relevante es que constantemente te sientas molesto, preocupado, indeciso, que batalles para concentrarte, pierdas la confianza en ti mismo, andes distraído y sientas angustia.

El segundo signo es que tu cerebro te pida continuamente ser recompensado. Es como si se "sintiera" agotado y "necesitase" una recompensa, por lo tanto consumes más seguido y en mayor cantidad cualquier cosa que te guste: comida dulce o grasosa, café, cigarro o alcohol, compras, sexo, etc.

Por último, que seguido sufras de algún malestar físico: problemas digestivos, dolores musculares, cefaleas, agitación, transpiración, fatiga e idas constantes al baño.

Para puntualizar, te puedes dar cuenta que estás afectado por el estrés cuando la sensación que éste produce se vuelve abrumadora e interfiere con tu desempeño, con tus relaciones sociales o con tu salud.

Con lo que nos quedamos.

El estrés es necesario. Sin éste, ni el ser humano ni el resto de los animales hubieran sobrevivido durante tantos siglos. Hoy en día nos ayuda a enfrentar las exigencias de la vida y a alcanzar nuestras metas.

Es la exposición permanente al estrés, lo que debemos evitar.

Las personas felices también tienen metas, la diferencia es que conocen su resistencia al estrés y saben parar cuando éste les afecta.


 
 
 

Comments


2016. Por Homero Escamilla. Creado con Wix.com

  • Twitter Social Icon
  • Facebook Social Icon
bottom of page